Ya casi no cabía en la bañera de bebé que vengo usando para mi higiene desde que nací (que uno es muy limpio y aseado), así que en casa comenzábamos a plantearnos que hacer para poder seguir con mis baños, que tan necesarios son y tanto me divierten.
Por suerte mis papis son personas con recursos (quiero decir con ideas, que de recursos económicos vamos un poco justos en estos tiempos de crisis), y me compraron una sillita que se fija al fondo de la bañera con unas ventosas, y en la cual pueden colocarme mientras me bañan.
Hoy la hemos estrenado, y el baño ha sido tan divertido (tenía a mano todos mis juguetes acuáticos) y agradable como siempre.
2 comentarios:
Izan, vaya pescadito que estas hecho tan repeinao
Este nos va a salir buceador. Menuda carilla de nutria ha puesto a cámara.
¡Un abrazo a los tres!
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